México: el acoso escolar crece en la aulas y en la red
Se calcula que 7 de cada 10 niños mexicanos han
sido víctimas de acoso en algún momento de su vida escolar. El problema crece
en los países latinoamericanos.
La escritora mexicana Trixia Valle comenzó a sufrir
acoso desde que cursaba año primer curso de primaria y siguió padeciéndolo
durante toda su etapa escolar. Un acoso que destruyó su autoestima, la volvió
desconfiada y la hizo desarrollar un sentimiento de autodestrucción. “Hubo dos
acuerdos muy graves que yo hice: el primero que la autoridad no sirve para nada
y los adultos son muy malas personas, y el segundo, mis padres no me quieren
porque no se dieron cuenta de lo que yo estaba sufriendo”.
Trixia pudo liberarse a tiempo de ese sentimiento
autodestructivo que invade a las víctimas más graves de bullying o acoso
escolar y comenzó a relatar sus vivencias a través de libros, conferencias y
talleres impartidos a jóvenes, padres y educadores. Un trabajo que ha logrado
sistematizar y visibilizar como directora de la Fundación en Movimiento.
El miedo, alimenta el bullying
México ocupa según la Organización para la Cooperación y Desarrollo OCDE el primer lugar en acoso escolar entre 34 países. Esta situación puede deberse a que sólo en la educación primaria y secundaria, el país cuenta con 23 millones de alumnos. Se suman un par de millones más que estudian en colegios privados. Una cantidad que supera toda la población de un país como Australia, por ejemplo y quizás por ello los números aumentan hasta el punto que se calcula que 7 de cada 10 niños mexicanos han sufrido bullying en algún momento de su etapa escolar.
El resto de la región no escapa a esta situación.
La asesora de la Organización Plan Internacional, Mónica Dader, aunque confirma
la poca información sistematizada que existe en la mayoría de los países sobre
el fenómeno, admite la contundencia del mismo. “Nosotros hemos estudiado
diferentes manifestaciones de violencia en las escuelas, encontramos que
definitivamente es un problema muy contúndete en todo los países en los que
estamos trabajando en la región. Por ejemplo en Brasil, encontramos que al
menos el 60 por ciento de los estudiantes han presenciado hechos de acoso y que
un 20 por ciento de esos estudiantes han sido victimarios”, aclara Dader.
Miedo y discriminación, las mayores causas
El bullying en Latinoamérica aunque no es consecuencia directa de la acuciosa violencia que azota la región, si se alimenta de ella. Los niños y adolescentes tienden a reproducir en las aulas aquellos comportamientos violentos que ven fuera de los colegios. Para Trixia Valle en México más que la violencia, lo que está propiciando el matoneo escolar, es el miedo generalizado que se ha instalado en la sociedad. “El miedo hace que estés muy prevenido, que reacciones ante cualquier cosa que te hagan por insignificante que sea o que por el contrario te quedes callado. Ambas cosas favorecen el acoso”.
Otra fuente importante de este tipo de agresiones, es la discriminación. Cuando los niños no han aprendido a convivir respetando al otro y sus diferencias, es muy fácil que se propicie el acoso porque éste tiene en casi todos los casos como raíz principal, algún tipo de discriminación o exclusión.
De las aulas a la red
La explosión de las redes sociales ha trasladado el
acoso de las aulas al ciber espacio. No solo se trata de molestar al otro sino
de exponer la agresión en público para reforzar el poder del agresor y el miedo
del agredido. En México el fenómeno ha alcanzado según la escritora Trixia
Valle, nivele inimaginables. “Lo grave es que los niños que han tenido intentos
de suicidio o que se han suicidado, han sido provocados a través de alguna red
social”. Valle achaca buena parte del aumento del ciberbullying en su país, a
la derogación que penalizaba la difamación y que dice, ha hecho que no solo los
escolares sino la sociedad en general, ya no tengan ningún límite para insultar
y agredir al otro.
Tanto La Fundación en Movimiento en México como
Plan Internacional en la región centroamericana decidieron encarar el problema.
Como siempre la información y la comunicación juegan un papel decisivo pero,
creen que es muy importante que todos los actores, padres, maestros,
autoridades y niños participen en construir una cultura de la convivencia. Una
cultura que permita sacar la violencia, la discriminación y la intolerancia no
solo de las aulas sino del entorno virtual.
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| La emisora Mundial de Holanda |
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