domingo, 12 de agosto de 2012

PROMOCION 2012

El 31 de Julio de 2012 con la entrega de títulos en Educación Media Técnica en Agropecuaria Menciones Técnicas de Alimentos y Ciencias Agrícolas concluyeron sus estudios de seis años en nuestra Escuela un grupo de veinticinco jóvenes venezolanos que representan a una nueva generación que tiene en sus manos contribuir positivamente con el desarrollo del país. Cierran una etapa, pero abren otras en su proceso de formación ciudadana y profesional. Para ellos vayan este poema, "Coloquio bajo la Palma", del poeta cumanés Andrés Eloy Blanco (1896-1955).
Este poema es una exaltación del espíritu de superación del ser humano, de la necesidad de estudiar y prepararse (alumbrarse como señala Andrés Eloy tomando la idea de Bolívar: Moral y luces son nuestras primeras necesidades) con el objetivo siempre presente de utilizar esas luces para, a su vez, irlas transmitiendo y difundiendo. Es también un himno al trabajo, un canto a la igualdad social, un mandato a la educación de los hijos, a la libertad y la democracia.
  
Coloquio bajo la Palma

Lo que hay que ser es mejor
y no decir que se es bueno
ni que se es malo,
lo que hay que hacer es amar
lo libre en el ser humano,
lo que hay que hacer es saber,
alumbrarse ojos y manos
y corazón y cabeza
y después, ir alumbrando.


Lo que hay que hacer es dar más
sin decir lo que se ha dado,
lo que hay que dar es un modo
de no tener demasiado
y un modo de que otros tengan
su modo de tener algo,
trabajo es lo que hay que dar
y su valor al trabajo
y al que trabaja en la fábrica
y al que trabaja en el campo,
y al que trabaja en la mina
y al que trabaja en el barco,           
lo que hay que dar es todo,
luz y sangre, voz y manos,
y la paz y la alegría 
que han de tener aquí abajo,
que para las de allá arriba,
no hay que apurarse tanto,
si ha de ser disposición
de Dios para el hombre honrado
darle tierra al darlo a luz,
darle luz al enterrarlo.

Por eso quiero, hijo mío,
que te des a tus hermanos,
que para su bien pelees
y nunca te estés aislado;
bruto y amado del mundo
te prefiero a solo y sabio.

A Dios, que me dé tormentos,
a Dios que me dé quebrantos,
pero que no me dé un hijo
de corazón solitario.


No hay comentarios:

Publicar un comentario