miércoles, 2 de enero de 2013

CRUZ SALMERÓN ACOSTA, EL POETA DEL DOLOR


PRIMERA PARTE

El próximo 03 de Enero se celebra el natalicio del poeta Cruz Salmerón Acosta, el "poeta del dolor" o el "poeta del martirio", como se le conoce a este venezolano que nació en  Cumaná, Estado Sucre, en 1892, quien fue víctima del mal de Hansen, designación casi poética de la enfermedad conocida como lepra, y que se recluyó en Manicuare, un pueblo que creció a lo largo de la costa de la península de Araya y desde el cual se puede ver Cumaná. Su obra refleja la adversidad, la angustia y la restricción que le acompañaron durante su vida. 
Toda su poesía está impregnada de un tono evocativo, rica en cromatismos y símbolos, lo cual lo pudieran acercar al modernismo.Casi toda su obra poética se expresa a través del soneto, el cual fue la estructura modernista por excelencia, sin descartar otras formas líricas. En homenaje a ese gran hombre cuya existencia estuvo signada por la tragedia vital y la amargura que significó sufrir la lepra hasta las últimas consecuencias les invitamos a leer el trabajo de Sócrates Adamantios Tsokonas* 

Vida y obra de Salmerón Acosta

1. Introducción
El presente trabajo trata fundamentalmente sobre el destino en la vida y obra de Cruz María Salmerón Acosta. La forma en que transcurre su vida antes y después de la enfermedad. El dolor acarreado por ésta en la vida del poeta y cómo se relaciona con su obra poética. Este es el eje central de la investigación. Se intenta también con ella rescatar el aspecto humano y sensible de este personaje de la poesía venezolana. Hasta ahora tan poco conocido; casi soslayado. Resulta verdaderamente una falta imperdonable la escasa diversidad de los estudios realizados sobre el poeta.
Lo que aquí se discute se basa casi exclusivamente en el estudio de Osvaldo Larrazábal Henríquez. Su indagación acerca de Salmerón Acosta es el fruto de muchos esfuerzos. Abarca una gran cantidad de temas de nuestro interés. El destino trágico del poeta de Manicuare es uno de ellos. Aborda, asimismo, su poesía con un marcado pero justificado enfoque autobiográfico. En la poesía de Salmerón podemos descubrir sin dificultad hechos importantes de su vida. Es que él no es un poeta hermético ni mucho menos. Al contrario, es claro y franco. Su poesía está llena de sutilezas; de grandeza de espíritu; de nobleza. En este sentido, su actitud hacia el dolor de la enfermedad es de resignación estoica. Por esto se crea un destino en su vida y su obra.
El destino como un sendero debe ser transitado por el poeta con renuencia casi pueril, y no es para menos: es su vida la que va corriendo al abrazo de la nada mientras él, desesperado, la ve pasar despreocupada y casi independiente de su dueño en una carrera vehemente hacia la muerte. Su poesía es fatal. Respira lo volátil de la vida. También lo volátil del amor. Su vida se trunca súbitamente. Sin ninguna explicación. Después de conocer la gravedad de su enfermedad Salmerón siempre quedó como interrogándose por la justicia de su destino. La poesía de Salmerón Acosta es poesía lírica como pocas. Trasciende ampliamente las circunstancias de su vida para convertirse en algo más elevado. Su cántico es a la vida; vida plena y rebosante. De allí su grandeza.
Lo sublime de la poesía de Salmerón Acosta se halla en su sencillez. Esa humildad propia del hombre de pueblo. Cada palabra de sus poemas reúne a la vez lo genuino y lo hermoso del habla de Manicuare. Sus versos no son erudiciones rebuscadas ni falsas pretensiones. Únicamente son el lenguaje de su pueblo. Ni más ni menos.
No obstante la sencillez de su poesía Salmerón Acosta supo darle al lenguaje un uso poético muy hondo. Su vida se fue extinguiendo en toda la hondura de su poesía. Más hondo que las profundidades del mar que le vio aparecer y desaparecer como si de un rayo se tratara. Así fue la vida de Salmerón; honda y fugaz.

a. Reseña biográfica del autor
Cuando se habla de Cruz María Salmerón Acosta se siente casi ineludiblemente una extraña empatía con el significado de su desgracia. Nace en Manicuare, pequeño pueblo del estado Sucre, en el año de 1892. Crece y se desenvuelve ante el paisaje más hermoso de la Península de Araya. Región cálida y remota de la geografía nacional, dominada por las aguas del mar Caribe. Desde muy pequeño Salmerón Acosta entra en contacto con la experiencia sobrecogedora de la naturaleza.
La vida del poeta hasta ahora no asoma la inclemencia del destino. La vida transcurre en apacible armonía: los juegos infantiles, la contemplación del paisaje, la escuela. Su corazón aún no entiende de penas ni angustias. Sus días se incorporan sutilmente con los de su gente y su pueblo. Ningún presagio todavía.
Ya cerca de la adolescencia, Salmerón viaja a Cumaná. El motivo: continuar su formación. Las condiciones económicas de su familia así lo permiten. Sus años de bachillerato le hacen conocer a quienes jamás lo olvidarían. Entre ellos, a José Antonio Ramos Sucre. La amistad profesada por ambos es sincera y profunda. Es respetado por sus amigos casi con reverencia. El joven Salmerón demuestra un sentido primordial del valor. En él es depositada con absoluta tranquilidad de espíritu la confianza de todos sus compañeros de estudio.
Llega el momento en que cada quien debe correr su propio camino: la graduación. Obtiene el título de bachiller, en 1910, en el Colegio Federal dirigido por José Silverio González, Luego, la universidad. Decide trasladarse a Caracas para cursar estudio de leyes en la Universidad Central. Una vez en la capital, Salmerón se hospeda en una residencia de estudiantes. Con él dos compañeros, uno de éstos su amigo Ramos Sucre, quien es compañero de promoción.
La vida estudiantil se llena de promesas e ilusiones. Aventuras, nuevas experiencias y andanzas en el desconocido ritmo capitalino. Durante su estadía en la ciudad, Salmerón conoce a quien será el eterno amor de su vida. Una joven caraqueña llamada Conchita Bruzual Serra. Desde entonces, y para siempre, Conchita se convierte en el objeto de un amor entrañable por parte del poeta.
Inesperadamente, el destino comienza a dar indicios. Salmerón recibe las primeras noticias acerca de los síntomas que tanto le habían extrañado. El diagnóstico es impreciso pero parece ser algo serio. Desde este momento su vida no cesará de copiar en el alma los sucesivos signos del destino.
Es menester señalar datos fidedignos cuando se construye una reseña sobre la vida de un autor. Sobre todo por apego a la realidad de las cosas del poeta. Por esto, resulta un tanto revelador conocer las verdaderas circunstancias enfrentadas por Salmerón Acosta en relación con su enfermedad.
Los primeros síntomas padecidos se manifestaron en brazos y dedos. Al recibir los informes médicos Salmerón aún desconocía con exactitud la enfermedad que lo aquejaba; y es que los propios doctores también lo ignoraban. Fue mucho después cuando se supo de la naturaleza del mal. Sin embargo, desde el primer momento, Salmerón ya sabía que de algo grave se trataba. No por mera casualidad realizó algunas visitas al leprocomio de Cabo Blanco en Maiquetía.
Salmerón se encontraba en Maiquetía debido a un “temperamento” al cual fue sometido durante dos meses por orden de un doctor caraqueño. El doctor Guevara Rojas, entonces rector de la Universidad Central de Venezuela, fue quien tomó el caso. A pesar de no saber con certidumbre de qué se trataba el padecimiento del joven, la sintomatología le llega a preocupar. No obstante el “temperamento” que ordena, las visitas al leprocomio nada tienen que ver con indicación o sugerencia hecha por su persona. Fueron hechas por iniciativa propia de Salmerón Acosta.
En tal sentido, Salmerón nunca llegó a dar a sus familiares alguna explicación convincente sobre la razón de aquellas visitas. Obviamente presintió algo. Ésta es una faceta sumamente interesante del poeta; su facultad de premonición era conocida y aún hoy día es recordada por familiares. Definitivamente poseía un raro don que lo hacía muy singular. De esto se hablará más adelante a medida que se avance en la lectura.
Una vez terminado el reposo de dos meses en Maiquetía, Salmerón se dirige a Caracas. Encuentra la Universidad Central clausurada por motivos políticos (durante la dictadura de Juan Vicente Gómez). Sus sueños paulatinamente dejan de tener cabida bajo tales circunstancias. Decide regresar a su pueblo natal. Apenas llegado a Manicuare consigue grave a su hermana Encarnación, quien muere al día siguiente de su regreso. De los siete hermanos de Cruz María, Encarnación tenía una significación especial debido a la similitud con su carácter.
La enfermedad es finalmente diagnosticada en 1920. Sin embargo, ya para 1913 Salmerón conocía cuál era su padecimiento. El doctor Juan Francisco Pesticott es quien hace el examen de las condiciones del paciente. Su diagnóstico: lepra anestésica nerviosa con neuritis cubital. Para aquel entonces, la enfermedad se mezcló y potenció con los efectos de una epidemia contraída por el poeta en 1918. En este año hubo un epidemia de gripe española que no excluyó al joven, quien tenía sólo veintiséis años.
Salmerón vivía apartado de su familia desde su venida definitiva de Caracas. A partir de su retorno al oriente venezolano ya nada será igual. Alrededor de 1913 comienza el retiro físico y espiritual del poeta. Por petición suya es levantada una pequeña vivienda cerca de la casa paterna en Guarataro. Allí se interna, desde 1916, aferrado a su soledad hasta la muerte. Recibe visitas de familiares y amigos, poetas y artistas. Pero la poca vida con que cuenta le exige tiempo para madurar pensamientos y aclarar sentimientos.
En 1914, su hermano, Antonio Salmerón, es asesinado bajo extrañas condiciones. Fue, al parecer, objeto de reprimendas por parte de autoridades públicas. El hecho desencadenó la reacción en masa de la población, la cual tomó venganza por propia cuenta. Como resultado de su participación Salmerón Acosta fue encarcelado por un tiempo. Meses más tarde se le otorga la libertad.




Sócrates Adamantios Tsokonas: Escritor venezolano (Caracas, 1979). De madre venezolana y padre griego, es librero, ensayista, amigo de las letras, pensador crítico, humanista. Fundamentalmente tiene interés por la historia, la literatura, la mitología, la arqueología y la cultura de la Grecia antigua. Es egresado de Letras en la Universidad Central de Venezuela (UCV, 2007) y mantiene una bitácora en Internet llamada La pequeña Grecia, debido a su gran interés por Grecia y por el amor a la música griega. También ha escrito sobre temas relativos a literatura venezolana y latinoamericana.