En 2009 el diario venezolano "El Nacional" publica en Papel Literario un maravillo articulo, escrito por Ildefonso Méndez Salcedo que describe la obra de ese gran historiador hispano venezolano que don Pedro Grases.
![]() |
(Fotografía de Enio Perdomo) |
Pedro Grases y la historia de la cultura de Venezuela
Debo
comenzar estas líneas reconociendo lo difícil que resulta sintetizar, en unas
pocas cuartillas, el aporte de Pedro Grases (1909-2004) al estudio y la
divulgación de la historia de la cultura venezolana. Ya innumerables autores,
tanto de nuestro país como del extranjero, han señalado algunos rasgos de esa
inmensa tarea. Conviene recordar que desde su llegada a Venezuela en 1937, el
joven Grases ya traía una formación básica y una experiencia inicial en el
estudio y tratamiento de los temas humanísticos. Se había recibido, incluyendo
los doctorados, en dos carreras (Filosofía y Letras, y Derecho), había empezado
su tarea de escritor a los 16 años publicando en revistas y periódicos de su
país natal, y había descubierto su vocación docente dictando una cátedra de
literatura castellana y catalana, y un curso de lengua árabe en instituciones
de Barcelona. Por desgracia, ese camino tan prometedor se vio truncado, como el
de tantos otros, con el estallido de la Guerra Civil en 1936 y la consiguiente
necesidad de ponerse a salvo con su familia y de reiniciar sus labores en otro
suelo. El propio Grases relató las penalidades sufridas y la imposibilidad que
representaba tratar de llevar en Venezuela una vida intelectual similar a la de
España. Así, no es raro que el joven profesor iniciara de inmediato su
aprendizaje de la cultura del país que lo acogió con tanta generosidad. Y los
resultados no se hicieron esperar, pues al poco tiempo apareció su primera
publicación sobre tema venezolano, titulada Estudios de castellano (1940). A
partir de entonces no daría tregua a su preocupación por conocer y difundir las
diversas manifestaciones de la cultura nacional.
Muy
temprano se trazó el joven autor su programa de acción en Venezuela. En un
artículo publicado en 1943 en la revista Surcos, conducida por un grupo de
alumnos en el Liceo de Aplicación, anexo al Instituto Pedagógico de Caracas,
les llamaba la atención sobre las inmensas posibilidades que ofrecía nuestro
país como tema de investigación en cualquier área del conocimiento, de acuerdo
con el interés y la futura formación de cada quien, y les colocaba como ejemplo
el estudio de la historia de la cultura. Leamos sus palabras: "En la
historia de las manifestaciones culturales de Venezuela no hay investigación ni
estudio que no suscite infinidad de asuntos nuevos o poco tratados, que esperan
los ojos ávidos de quien quiera desentrañar su secreto. En particular, me
refiero a la vida de los últimos años de la Colonia y al siglo XIX". Y
agregaba: "La historia de las grandes figuras de las letras venezolanas y
la de los factores vitales en la cultura del país está aguardando la mano
paciente y amorosa de quien se decida a adentrarse en sus existencias, con
documentación hasta ahora intocada" (Grases, Obras. Barcelona: Edit. Seix
Barral, 1981, t. 1, p. xxix).
Posteriormente, volverá a insistir en el consejo
dado a sus alumnos del Liceo de Aplicación, esta vez en un Coloquio de
Humanidades organizado en Caracas por la Universidad Santa María, en 1955. Allí
criticaba a quienes buscan interpretar los rasgos culturales de la nación
venezolana de manera superficial sin adentrarse en el estudio profundo de sus
elementos esenciales. Censuraba el que muchos jóvenes sirviéndose del ensayo
como género trataran de "llegar al triunfo fácil, dejando de lado el único
objetivo, real y válido para nuestra profesión: el placer en el dominio de lo
difícil".
Todo lo
cual llevaba a la falta de continuidad en el trabajo intelectual, a que cada
nueva generación empezara sus labores prácticamente desde cero y a que muy
pocas veces se tuviera conciencia de la necesidad de formar escuela. Escribía
al respecto: "La tradición vacilante e insegura no deja establecido el
capital de cultura que son las empresas en continuo perfeccionamiento a lo largo
de un proceso social. De ahí que en este incansable recomenzar, los nuevos
estudiosos se ven en la imperiosa necesidad de construirse las propias bases de
conocimiento. Estimo de toda urgencia hacer un alto en el camino, proceder a un
examen de conciencia general. Preguntarse dónde están, por ejemplo, las
colecciones de textos del pensamiento nacional; dónde pueden hallarse las
compilaciones documentales de las piezas indispensables para la historia de la
cultura; dónde está el acopio de las glosas y las ideas "Desde su llegada
a Venezuela en 1937, el joven Grases ya traía una formación básica y una
experiencia inicial en el estudio y tratamiento de los temas humanísticos"
de
quienes han recorrido los temas de análisis de las modernas humanidades; dónde,
siquiera, los repertorios bibliográficos o los catálogos de fondos
bibliotecarios para asentar en firmes cimientos el trabajo en vía de
superación. Quedan sin respuestas estas preguntas y en la imposibilidad de
contestarlas está --a mi juicio-- una causa de la endeblez de la obra de
cultura humanista" (Grases, Op. cit., 1983, t. 13, p. 327).
Ambos
consejos, destinados a aquellos jóvenes alumnos del bachillerato
I. Libros
y folletos; II. Ediciones, compilaciones y prólogos; III. Obras en
colaboración; IV. Participación en obras colectivas; V. Obras de Pedro Grases;
y VI. Obras de referencia.
(Becco,
Bibliografía de Pedro Grases. 3a. y 4a. ed. Caracas: s.n., 1987 y 1997).
Una
primera ojeada al conjunto de sus escritos nos lleva a establecer el carácter
de sus preocupaciones intelectuales en Venezuela: localización, estudio y
publicación de documentos; elaboración de obras de referencia; compilación de
los escritos fundamentales de nuestros pensadores y hombres de Estado;
resolución de algunos problemas de la investigación humanística en Venezuela;
necesidad de entender la historia de la cultura en nuestro país como un proceso
continuo; identificación y estudio de los rasgos esenciales de nuestro devenir
cultural; y, enseñanza y divulgación de los resultados de esas indagaciones.
Además de elaborar sus propias obras, Grases colaboró en numerosas iniciativas
editoriales de difícil inventario, que son también una muestra fehaciente de su
permanente preocupación por ordenar la documentación venezolana. Veamos algunos
casos entre los más conocidos: Obras completas de Andrés Bello, Obras de Juan
Germán Roscio, Escritos de Simón Rodríguez, Pensamiento político venezolano del
siglo XIX, Obras completas de Rafael María Baralt, Gazeta de Caracas, Obras
escogidas de Agustín Codazzi, Las Fuerzas Armadas de Venezuela en el siglo XIX,
Escritos del Libertador, Obras de Manuel Segundo Sánchez y otros. Un esquema de
los principales aspectos estudiados por el autor durante más de siete décadas
de labor intelectual, podría reducirse, en lo esencial, a las siguientes líneas
temáticas:
1. Andrés Bello: formación en Caracas y primeras producciones escritas;
redactor de la Gazeta de Caracas y del Calendario manual y guía universal de
forasteros en Venezuela para el año 1810; identificación del Resumen de la
Historia de Venezuela como escrito de Bello; significación intelectual de sus
tres etapas vitales (Caracas, Londres y Santiago de Chile); relación con
personalidades coetáneas (Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Bartolomé José
Gallardo, José María Blanco White y Juan María Gutiérrez); estudios sobre la
poesía épica medieval castellana y en especial el Poema del Cid; retratos del
humanista; tradición bellista en Venezuela durante los siglos XIX y XX;
empresas periodísticas de Bello; bibliografía del autor y sobre el autor;
trabajo de la Comisión Editora de las Obras Completas de Andrés Bello y de la Fundación
La Casa de Bello.
2. Preindependencia y emancipación: conspiración de Gual y España
(1797) e influencia de su ideario en los hombres de 1811; vinculación de este
movimiento con la conspiración de San Blas (1796); localización, inventario y
análisis de los textos de la conspiración; noticias sobre obras relativas a
Venezuela escritas durante el período (Alejandro de Humboldt, Francisco Depons,
Manuel García de Sena, William Duane y Richard Bache); personalidades de la
época (Antonio José de Sucre, Carlos Soublette, Daniel F. O’Leary, Cristóbal
Mendoza y otros).
3. Simón Bolívar: archivo del Libertador, parte manuscrita y
ediciones de documentos en los siglos XIX y XX; piezas fundamentales del
ideario bolivariano (Carta de Jamaica, Discurso de Angostura, Proyecto de
Constitución para Colombia en 1819, Mi delirio sobre el Chimborazo y Proyecto
de Constitución para Bolivia en 1826); manuscritos del Resumen sucinto de la
vida del general Sucre; formación intelectual del Libertador; hitos principales
de su ideario; relación con personalidades de la época (Andrés Bello, Francisco
de Miranda, Antonio José de Sucre, Daniel F. O’Leary y otros); edición de los
Escritos del Libertador.
4. Tradición humanística en Venezuela (siglos XVIII y XIX): significación de la vida y la
obra de aquellas personalidades que contribuyeron con sus ideas y su trabajo a
la comprensión de la cultura hispanoamericana y, en particular, de la
venezolana (Francisco de Miranda, Miguel José Sanz, Juan Germán Roscio, Simón
Rodríguez, Andrés Bello, Manuel Palacio Fajardo, José María Vargas, Domingo
Navas Spínola, Juan Manuel Cagigal, Fermín Toro, Juan Vicente González, Rafael
María Baralt y Cecilio Acosta).
5. Instituciones y nombres del siglo XIX: compilaciones de- dicadas a la
historia del periodismo, al pensamiento político, a la trayectoria de las
finanzas públicas, a la actividad de la Sociedad Económica de Amigos del País,
a las Fuerzas Armadas; traducciones de interés político-cultural en la época de
la Independencia; actividad desplegada por algunos escritores españoles e
hispanoamericanos en Londres (1810-1830); proyectos y actividades específicas;
libros y autores de esa centuria (Agustín Codazzi, Andrés Bello, Juan Vicente
González, Rafael María Baralt, Rufino José Cuervo, Francisco Michelena y Rojas,
James Mudie Spence, José María de Rojas, José Martí y otros).
6. Intelectuales del siglo XX: revisión del aporte a la cultura hispanoamericana
y nacional por numerosos intelectuales (Manuel Segundo Sánchez, Ramón Menéndez
Pidal, Vicente Lecuna, Luis Correa, Carlos y Augusto Pi Sunyer, Santiago Key
Ayala, Fernando Paz Castillo, Julio y Enrique Planchart, Augusto Mijares,
Mariano Picón Salas, Rafael Caldera, Miguel Batllori, Ramón J. Velásquez,
Manuel Pérez Vila, Agustín Millares Carlo, Arturo Uslar Pietri y otros). Es una
muestra de la relación de Grases con algunas figuras de la investigación
humanística en Europa, América y Venezuela.
7. Historia de la imprenta en Venezuela: establecimiento en Caracas y
evolución durante los siglos XIX y XX; estudio del período 1808-1812;
inventario de los impresos localizados (libros, folletos, periódicos y hojas
sueltas); resolución del "primer problema bibliográfico" del país,
surgido con la Descripción exacta de la provincia de Benezuela (Valencia,
1764); "imprentas de camino"; trayectoria de la Gazeta de Caracas
(1808-1822); impresos de Angostura (1817-1822); la Constitución de Venezuela de
1811; labor desarrollada por Valentín Espinal (1803-1866).
8. Investigaciones bibliográficas: compilaciones y estudios
bibliográficos sobre diversos temas (Arístides Rojas, sesquicentenario de la
independencia de Venezuela, período emancipador en los países grancolombianos,
literatura venezolana, siglo XVIII, 19 de abril de 1810, Antonio José de Sucre,
Congreso de Panamá y Real Compañía Guipuzcoana); a lo cual deben sumarse las
reflexiones del autor en torno a la investigación bibliográfica en Venezuela.
9. Ensayos y reflexiones: estudios sobre léxico, gramática y lenguaje;
evolución de la literatura en Europa y América; necesidad de fomentar la
enseñanza de las humanidades en Venezuela; significación de la cultura
hispanoamericana; producción intelectual en Venezuela; Eugenio Mendoza y su
labor filantrópica; prólogos y presentaciones a libros ajenos.
10. Escritos en catalán: Grases empezó a publicar en su lengua natal desde
1925, lo cual no dejó de hacer, a pesar de vivir y trabajar en Venezuela. Sus
preocupaciones al respecto han sido diversas y concomitantes: relación entre
Cataluña y América; personalidades que ejemplifican esa relación (Mariano Martí
Estadella, Mariano Cubí Soler, Manuel Rivadeneyra, Félix Cardona Puig, Manuel
Milá Fontanals y otros); noticias del Penedés (historia, folklore, mercado y
vino); evocaciones vilafranquinas (prensa, institutos de educación,
personalidades y amigos); páginas de expansión literaria; reflexiones de
juventud. Termino estas palabras, que son sólo un breve acercamiento al tema,
recordando que el valor de la obra realizada por Pedro Grases en Venezuela ha
sido proclamado por los principales analistas de nuestra cultura. En el fondo
todos coinciden en varios puntos esenciales: el carácter monumental de su
trabajo, la preocupación por localizar y difundir los testimonios de nuestra
evolución, la persistencia y constancia en las tareas de investigación, la
labor pedagógica y de divulgación desarrollada tanto en el país como en el
exterior, su espíritu de servicio y la buena voluntad puesta en la ejecución de
tantas iniciativas. En fin, el despliegue de una inmensa tarea que le ha dado
renombre a este catalán-venezolano, hoy leído con atención, y mañana, es decir,
en los próximos siglos, perdurable con toda seguridad.
Este articulo fue transcrito y publicado por el blog Venezuela y su Historia el 13/09/2009 http://venezuelaysuhistoria.blogspot.com
Este articulo fue transcrito y publicado por el blog Venezuela y su Historia el 13/09/2009 http://venezuelaysuhistoria.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario