domingo, 23 de diciembre de 2012

Trujillo, tierra de Santos


Dr. José Gregorio Hernández

Publicado el 25 Octubre 2012
TOMADO DE LA REVISTA EXCESO (www.noticiasexceso.com)
EXCESO.

Santuario del Dr. José Gregorio Hernandez en Isnotu,
Betijoque Estado Trujillo-Venezuela
Nace en Isnotú, Estado Trujillo (Venezuela), el día 26 Octubre de 1864, hijo de Benigno Hernández y Josefa Antonia Cisneros, – Boconés (nativo de Bocono) él, Barinesa (Barina)ella; siendo además el mayor de 6 hermanos. En Enero de 1865 recibe el Sacramento del Bautismo en la Iglesia del santí­simo nombre de Jesús en Escuque, Estado Trujillo, para luego ser confirmado por el Obispo de Mérida, Monseñor Juan Hilario Bosset.
Cuando José Gregorio contaba con ocho años muere su madre Josefa Antonia quien le inculcarí­a el deseo de ayudar al prójimo así­ como a su gran religiosidad. De su padre Benigno heredarí­a el carácter y la rectitud en el proceder.
Al servicio de los Pobres y desamparados

Posteriormente, pasado los años José Gregorio, abrió un consultorio provisional al norte de Caracas. Con alegrí­a y voluntad de obrar, se puso al servicio de los pacientes pobres de la Pastora, lugar donde residí­a con su hermana Marí­a Isolina. Allí­ serví­a y entregaba todo, hasta lo indispensable a los mendigos del barrio. La experiencia duro hasta septiembre de ese año, cuando decidió volver a su Trujillo natal, con las mismas intenciones y proyectos.

Hombre Bondadoso, Recto y Humilde

Pero el designo de Dios sobre él, lo enrumbarí­a hacia distintos escenarios. La huella de bondad y rectitud y su brillante hoja de éxitos en la Universidad Central de Venezuela retení­an las miradas de sus maestros y del mismo Presidente de la República, Raimundo Andueza Palacios (1890-92), quien lo enví­a a la Universidad de Parí­s a la Facultad de Medicina para que desarrolle estudios en la especialidad de Microscopia, Histologí­a Normal, Patologí­a y Fisiologí­a Experimental. Regresando, luego al paí­s, el compromiso de José Gregorio Hernández serí­a traer las piezas necesarias para un Gabinete Fisiológico y enseñar en la Universidad Central la especialidad científica que él cursó.

José Gregorio Hernández, tan vinculado a la espiritualidad y al amor de Dios decide internarse en la orden de los cartujos. Un buen dí­a el 07 de Junio de 1908, desaparece de Caracas y se embarca para Italia con la decisión de ingresar a la vida monástica. La experiencia de José Gregorio duró nueve meses de postulado, durante el cual, si bien su espí­ritu tocaba a Dios, su cuerpo con cuarenta y cuatro kilos, se consumí­a en las asperezas y el duro trabajo manual que allí­ se ejercí­a. Estas precarias condiciones movieron al Superior General a indicarle volver a su vida seglar, al ejercicio de su profesión y a la docencia, dentro de su familia y sus amigos.
Anhelado todaví­a el sacerdocio, lo más grande que existe en la tierra, como decí­a el Dr. José Gregorio, llegóCaracas en abril de 1909. Obtuvo muy pronto licencia de Arzobispo para ingresar el 21 de abril al seminario Santa Rosa de Lima. Pero él designio de Dios para él no le permitirí­a alcanzar el presbiterado. Después de tres años aflora de nuevo en José Gregorio el deseo de regresar al claustro y de intentar la consagración radical. Así­ acompañado de su hermana Isolina, embarco de nuevo a Roma. Irí­a al colegio Pí­o Latino Americano para hacer la Teología y así­ allanar el ingreso al monasterio. Desde Noviembre de 1913 volvió a la misa en comunidad, la oración, estudio y clases. Pero los vientos romanos, le desarrollaron una afección pulmonar, y debió retornar a Venezuela. Después ya no insistirí­a en la separación del mundo para contemplar a Dios en el silencio del convento.

El proceso de Beatificación, iniciado en 1949 por el Sr. Arzobispo de Caracas, Monseñor Lucas Guillermo de Castillo, ha cumplido con esmero y éxitos las etapas canónicas. En 1986 la iglesia determina que el Dr. José Gregorio Hernández es digno de veneración, pero sin cumplir el culto oficial público.
 
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