Dr. José Gregorio
Hernández
Publicado el 25 Octubre 2012
TOMADO DE LA REVISTA EXCESO (www.noticiasexceso.com)
EXCESO.
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Santuario del Dr. José Gregorio Hernandez en Isnotu, Betijoque Estado Trujillo-Venezuela |
Nace en Isnotú, Estado Trujillo (Venezuela), el día 26 Octubre
de 1864, hijo de Benigno Hernández y Josefa Antonia Cisneros, – Boconés (nativo
de Bocono) él, Barinesa (Barina)ella; siendo además el mayor de 6 hermanos. En
Enero de 1865 recibe el Sacramento del Bautismo en
la Iglesia del santísimo nombre de Jesús en Escuque, Estado Trujillo, para
luego ser confirmado por el Obispo de Mérida, Monseñor Juan Hilario Bosset.
Cuando
José Gregorio contaba con ocho años muere su madre Josefa Antonia quien le
inculcaría el deseo de ayudar al prójimo así como a su gran religiosidad. De
su padre Benigno heredaría el carácter y la rectitud en el proceder.
Al servicio de los Pobres y
desamparados
Posteriormente, pasado los años José Gregorio, abrió un consultorio provisional al
norte de Caracas. Con alegría y voluntad de obrar, se puso al servicio de los
pacientes pobres de la Pastora, lugar donde residía con su hermana María
Isolina. Allí servía y entregaba todo, hasta lo indispensable a los mendigos
del barrio. La experiencia duro hasta septiembre de ese año, cuando decidió
volver a su Trujillo natal, con las mismas intenciones y proyectos.
Hombre Bondadoso, Recto y Humilde
Pero el designo de Dios sobre él, lo
enrumbaría hacia distintos escenarios. La huella de bondad y rectitud y su
brillante hoja de éxitos en la Universidad Central de Venezuela retenían las
miradas de sus maestros y del mismo Presidente de la República,
Raimundo Andueza Palacios (1890-92), quien lo envía a la Universidad de París
a la Facultad de Medicina para que desarrolle estudios en la especialidad de
Microscopia, Histología Normal, Patología y Fisiología Experimental.
Regresando, luego al país, el compromiso de José Gregorio Hernández sería
traer las piezas necesarias para un Gabinete Fisiológico y enseñar en la
Universidad Central la especialidad científica que él cursó.
José Gregorio Hernández, tan
vinculado a la espiritualidad y al amor de Dios decide internarse en la orden
de los cartujos. Un buen día el 07 de Junio de 1908, desaparece de Caracas y
se embarca para Italia con la decisión de ingresar a la vida monástica. La
experiencia de José Gregorio duró nueve meses de postulado, durante el cual, si
bien su espíritu tocaba a Dios, su cuerpo con cuarenta y
cuatro kilos, se consumía en las asperezas y el duro trabajo manual que allí
se ejercía. Estas precarias condiciones movieron al Superior General a
indicarle volver a su vida seglar, al ejercicio de su profesión y a la
docencia, dentro de su familia y sus amigos.
Anhelado todavía el sacerdocio, lo
más grande que existe en la tierra,
como decía el Dr. José Gregorio, llegó a Caracas en abril de 1909. Obtuvo muy pronto
licencia de Arzobispo para ingresar el 21 de abril al seminario Santa Rosa de
Lima. Pero él
designio de Dios para él no
le permitiría alcanzar el presbiterado. Después de tres años
aflora de nuevo en José
Gregorio el deseo de regresar al claustro y de intentar la consagración
radical. Así acompañado de su hermana Isolina, embarco de nuevo a Roma. Iría
al colegio Pío Latino Americano para
hacer la Teología y así allanar el ingreso al monasterio. Desde Noviembre de
1913 volvió a la misa en comunidad, la oración, estudio y clases. Pero los
vientos romanos, le desarrollaron una afección pulmonar, y debió retornar a
Venezuela. Después ya no insistiría en la separación del mundo para contemplar
a Dios en el silencio del convento.
El proceso de Beatificación, iniciado
en 1949 por el Sr. Arzobispo de Caracas, Monseñor Lucas Guillermo de Castillo,
ha cumplido con esmero y éxitos las etapas canónicas. En 1986 la iglesia
determina que el Dr. José Gregorio Hernández es
digno de veneración, pero sin cumplir el culto oficial público.
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